Según algunos especialistas en la materia, la Espiritualidad estimula la felicidad.
Entender nuestro interior y sentirnos en paz con nosotros mismos nos da un estado de confort interno, que irradia luz.
Tener Fe, esperanzas y optimismo nos inyecta energía para ser felices.
Yo particularmente diría que creer en Dios más allá de la religión que tengamos, nos da esa fortaleza interna para sentirnos seguros.
Porque en algún momento de nuestras vidas necesitaremos creer para retomar el impulso y seguir viviendo. Es allí donde la magia divina te encuentra y te envuelve. Te abraza y te cuida y es ese pequeño detalle lo que te hace fuerte.
¿Cómo enseñar a nuestros hijos a ser más espirituales?
1 Conectando con la naturaleza.
La naturaleza es el espacio ideal para conectar con tu paz y tu yo interior.
Si desde pequeños llevamos a nuestros hijos a pasear por sitios naturales, vamos a incentivar el valorar más un lugar verde y natural que un centro comercial lleno de tiendas..
Descubrirán en la naturaleza su mejor aliado para conectar consigo mismos en el futuro.
Y es que la esencia de la vida, está en la naturaleza.
Todos los niños fijan sus valores en las cosas que hacen habitualmente, pues bien, si llevamos a nuestros hijos frecuentemente a la naturaleza, (Caminar o hacer senderismos, hacer picnic, acampar, bañarse a la orilla de un rio, a dormir bajo el oleaje del mar, entre otros).
Siempre atesoraran a la naturaleza como un recuerdo hermoso en donde se respira paz.
Y a la final siempre querrán volver incluso en su vida adulta.
2 Disfrutar con poco
Aprender a disfrutar con lo poquito que se tiene, no significa que no tengas aspiraciones, ni ambiciones, ni ganas de mejorar.
Significa vivir el momento con lo que tienes a la mano. Y disfrutar ahora lo que tienes.
Es valorar lo que se tiene y no lamentarse por lo que nos se tiene en el momento.
A cada detalle hay que darle valor.
El valor monetario de las cosas es insignificante comparado con el valor de un momento agradable que te haga feliz.
Entonces transmitirle esto a nuestros hijos es una tarea y una misión.
3 La soledad y el silencio
Calma tu grito interior, estando en silencio.
Disfrutar de tiempo solos es uno de los mejores regalos que debemos aprender en nuestra vida.
Nuestro yo interno demanda respuestas, demanda quietud.
Nuestro mejor amigo es nuestro propio yo. Por extraño y filosófico que parezca.
Entonces darle su espacio a nuestros hijos para que estén solos, es enseñarles que la soledad en algún momento es buena, que es un momento para meditar y disfrutar de nuestros propios pensamientos.
Comparte esta sabiduría con tus hijos y jamás se sentirán solos ..serán felices sin necesidad de tener a alguien a su lado.
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